1. Emanación:

Es el mundo más cercano a la Fuente Divina, donde la Luz de Dios se manifiesta con la mayor intensidad. Es un reino de pura esencia y existencia divina, donde no hay separación entre Creador y creación. 

2. Creación:

Este mundo es el reino de las ideas y arquetipos divinos. Aquí la Luz de Dios comienza a tomar forma, aunque sigue siendo sutil y abstracta. Se corresponde con el nivel del alma que es la intuición y la comprensión intelectual. 

3. Formación:

En este mundo, las ideas y arquetipos de la Creación se convierten en formas más definidas y emocionales. Es el reino de los sentimientos y las emociones, donde se encuentra el nivel del alma que representa la sensibilidad y la capacidad de sentir. 

4. Acción:

Este es el mundo físico y material, donde las formas y energías de los mundos superiores se materializan. Es el reino de la acción, la manifestación y la experiencia terrenal. Aquí se encuentra el nivel del alma que es la fuerza vital y la conexión con el cuerpo físico. 

Estos cuatro mundos se consideran una progresión descendente de la Luz Divina, donde cada mundo se manifiesta con una menor intensidad de luz y una mayor densidad material. La comprensión de estos mundos y sus correspondencias con el alma humana es fundamental para el crecimiento espiritual.