Pelusa. Capítulo 1
Pelusa se quedaba sola en casa todas las mañanas. Jugaba con sus muñecos y disfrutaba de estirarse para ver desde el ventanal a los que pasaban por la calle.
A las 3.30 de la tarde divisaba el carro que se estacionaba afuera de la casa.
-Mamá Jogina! Exclamaba saliendo al encuentro.
-Hola mi Pelusita, cómo estás? Cómo te fue hoy?
-Bien mamita. Y a ti, cómo te fue?
-Todo bien, mi vida.
A las 7.30 de la noche, el teléfono.
-Ya viene del trabajo tu papá, vamos a encontrarlo al Metro, –dice animosa la mamá
-Vamos por papá Ebu!- secunda Pelusa.
Se alistan las 2 y salen alegres.
-Mamita Jogina, por qué tienen que trabajar papito y tú?
-Todos tenemos que trabajar Pelusita. A cambio, nos dan dinero y con él, podemos comprar la comida, tus juguetes, la gasolina para el carro e ir a pasear!
-Mira mamita Jogina, ya llegó papito!
-Pelusita, qué bonita te ves hoy! Déjame llevarte en mis brazos.
Pelusa, como toda una damita, se acomoda en los brazos de su papá y ambas siluetas caminan orgullosos por las calles regreso a casa.
-Papito Ebu, dice mi mamá que todos tenemos que trabajar!
-Así es Pelusita, hemos de procurar nuestro sustento con el sudor de nuestra frente.
-Pero yo no trabajo! Qué puedo hacer?
-Claro que sí trabajas Pelusita-, exclamó la mamá Georgina.
-Cuando no estamos en casa, la que la cuida eres tú. Ladras cuando sabes que algo no está bien o hay algún peligro. Ese es tu trabajo Pelusita. Explicó el papá Eusebio.
-Tú cuidas, –terció la mamá Georgina. Papá cuida que haya orden en la Escuela donde trabaja y a mí me toca comprar lo que se necesita para el mantenimiento en donde laboro. Hay personas que se dedican a confeccionar la ropa con la que nos vestimos, otros siembran las frutas y verduras para que comamos, otros transportan a las ciudades las cosas, en fin. Así es la sociedad, entre todos colaboramos para nuestro bienestar.
-Me gusta eso de colaborar mamita y papito.
Al ir a dormirse, Pelusa externó –Buenas noches papitos. Descansen. Me toca velar durante la noche. Yo también trabajo!- Y Pelusa esbozó una leve sonrisa de satisfacción.
GHT
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